Ashley lleva cien años esperando que sus colmillos se vuelvan afilados. Adán su amo, el que la trasformó en criatura de la noche, le recordaba que para ser una buena vampira no se necesitan buenos colmillos, se necesita tener ganas de matar. Cuando Ashley conoce a Peter,  percibe una extraña emoción, su corazón que ha dejado de latir hace tiempo.

Asustada se refugia en una cueva, corre lo más rápido que puede, tropieza con algo,  cae al frío suelo. Llora.

-¿Qué me pasa mi amo?

Adán se materializa y le ayuda a levantarse.

– ¿Estás enamorada de Peter,  pequeña Ashley?

La joven vampira mira a su amo con tristeza, una lágrima color rubí le cae por la mejilla.

-No me obligues, por favor. -Adán le acaricia la nariz con un dedo delicadamente – sé que quieres a ese humano, pero tienes que alimentarte pequeña.

Peter cruza el umbral de la cueva. Es un niño atrevido. Está dispuesto a perder su vida y entrar en el reino de los muertos vivientes para satisfacer a su amada Ashley. La jovencita se dispone a dar su mordisco, la nariz le guía a los mejores lugares del cuerpo de Peter.

Autor: Joe Rider

Instagram: joerider00