Caiga la noche
presta y sin luceros,
que su abrazo sea
oscuro y absoluto.
Protegido en su regazo
me alzaré de entre los muertos,
convertido en niebla y noche
volaré hasta tus besos.
Y serán tus besos cálidos,
latientes, rojos de sangre,
y yo también te daré mi beso,
pero será diferente…
mi beso será frío,
y con tu sangre será ardiente.
Beberé de ti,
de tu esencia y tus recuerdos,
seré uno contigo,
fundidos nuestros besos.
Y beberás también de mí,
y de mi ser y mis recuerdos,
serás una conmigo,
ambos pálidos, eternos.
Autor: Iván Calero Marco
@ivancaleromarco